Publicado el 28 de enero de 2020 7:30
¡Se acabaron las navidades y con ellas… las comilonas! Venga, confesad ¿cuántos bombones habéis comido en estas fiestas? ¡Pues hoy os enseño un DIY perfecto para hacer con aquellas cajas de bombones que han quedado (ahora) vacías! Un upcycling muy fácil que podrás tener listo en menos de una hora ¡Estoy segura que este lo vais a hacer! ¡Apunta materiales!
- Caja de bombones redonda (puedes usar una de bombones Nestlé o una caja de galletas danesas)
- Espejo de 19 cm de diámetro
- No mas clavos para todo high tack
- Pintura en pray color negro
- Cinta adhesiva o cinta de carrocero
- Papel Kraft
- Un cinturón negro
- Opcional: guantes de látex y disolvente.
Para hacer tu nuevo espejo solo necesitaras la caja, sin la tapa. Antes de empezar, por eso, toca límpiala bien. Lo más interesante de estas cajas es el interior con tono dorado que le aportará luminosidad a nuestro espejo y el toque chic que tan de moda está.
Lo que no nos gusta para nada es el tono rojo de su exterior y es este el que vamos a quitar con la pintura en spray. Para proteger ese tono dorado, vamos a poner cinta de carrocero en su interior ya que el borde rojo también lo haremos desaparecer. No te preocupes por la base de la caja porque ahí irá adherido el espejo.
Para todo amante de las manualidades, la pintura en spray es lo que se denomina un must have. Es como un pantalón negro en un fondo de armario: un material básico que nos permitirá hacer mil cosas. Es rapidísimo de usar y tiene poderes mágicos: cualquier objeto que quede rociado, cambiará su aspecto en segundos. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que para aplicarlo nos tenemos que situar en una zona abierta o bien ventilada y procurar proteger bien toda la mesa de trabajo para evitar manchas. Para ello yo he usado papel Kraft porque tiene cierto grosor, pero también puedes usar cartones. Si quieres protegerte las manos para evitar manchas molestas, puedes usar guantes de látex.
Sobre todo, rocía la caja con unos centímetros de distancia y aplícala con movimientos oscilantes de un lado a otro. No te preocupes si en esta primera capa quedan zonas en rojo: una vez seca la primera capa, puedes aplicar otra. En menos de 10 minutos ya tendrás la pintura seca y como verás, el resultado del color es uniforme. Recuerda pintar el borde rojo que hemos protegido ¿A que ahora ya no parece una caja de bombones?
Ya puedes quitar la cinta de carrocero que protegía el tono dorado. No te preocupes si ves que has rociado sin querer el interior de la caja. Para limpiarlo puedes usar disolvente. ¿Qué no tienes disolvente en casa? Puedes usar quita esmalte.
Es el momento de pegar el espejo en su interior. Hay espejos decorativos que tienen autoadhesivo en su parte trasera, pero si no es tu caso, te recomiendo usar un producto pega todo como el que te enseño en la imagen. Es otro material base que te sacará de cualquier apuro. Espera unos minutos a que haga efecto y ya podrás pasar al siguiente paso.
Podríamos colgar el espejo así directamente en la pared, pero vamos a darle un toque divertido haciendo que cuelgue de un cinturón como si de un columpio se tratase. Y no será necesario cortarlo ni hacerle más agujeros: cierra el cinturón y sitúalo encima de la mesa. Ahora coloca la caja con el espejo en su parte inferior. Cuando la posición te parezca correcta, puedes añadir toques de adhesivo para hacer la unión permanente.
¡Y ahora a colgarlo en la pared y a disfrutarlo! Una forma facilísima de dar una segunda vida a una caja de bombones que, por otro lado, ¡tanto placer te ha dado! ¡Aunque estemos en plena cuesta de enero y en un momento claramente détox, que no pare el ritmo de las manualidades!
Algunas ideas para usar tu espejo cinturón como accesorio decorativo.
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