Dibuja retratos en una calabaza de Halloween

Dibuja retratos en una calabaza de Halloween

Quién dice Halloween dice decoración de calabaza. Para cambiar de la tradicional calabaza de Halloween iluminada con velas, hoy te proponemos esta idea original y fácil de hacer con los niños. Tan solo necesitas una calabaza del huerto o comprada en el supermercado, un poco de pintura y una tiza de pizarra.

Decoración personalizada de calabaza de Halloween

La tradicional calabaza de Halloween, tallada en forma grotesca o cómica, tiene la desventaja de que no se mantiene por mucho tiempo. Sin embargo, el método que vamos a ver a continuación permite que la calabaza dure mucho más.

El objetivo es dibujar los retratos de familia: papá, mamá, niños, abuelos...y ¡por qué no, también el perro o el gato de la casa!

El material necesario para decorar la calabaza

Elige unas calabazas de diferentes tamaños y formas para distinguir mejor los componentes de la familia que se van a dibujar. 

Compra también un bote de pintura de pizarra, una tiza blanca y ¡listo!

Dibuja el retrato en la calabaza

 

  1. Comienza lavando, limpiando y secando las calabazas.
  2. Aplica 3 capas de pintura para pizarra en un círculo ligeramente más ancho de 10 cm a 12 cm de ancho, en la parte más plana de la calabaza. Respeta el tiempo de secado entre capas.
  3. Ahora coge el lápiz y empieza a dibujar. Puedes dibujar el contorno de una cara completa con ojos, nariz, boca, pelo ... o simplificar hacer un boceto minimalista.
  4. Si un trazo de tiza no se ve bien, limpia la calabaza con un paño húmedo antes de dibujar de nuevo.

¿Dónde colocar tus hermosas calabazas?

Puedes colocarlas en el salón creando una decoración otoñal con ramas de madera secas, hojas rojas recogidas del jardín y algunas velas. También las puedes colocar en la habitación de los niños, pero en este caso es mejor evitar poner las velas.

Por último, en la noche de Halloween, coloca las calabazas personalizadas en la ventana o en la entrada de la casa. ¡Será un éxito asegurado!

Fuente: Janet Païk

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